Carpe diem

Una vez alguien me dijo “el reloj es una máquina demasiado perfecta para algo tan imperfecto como el tiempo” agregando, luego de un largo silencio, “no notaste, acaso, como a veces los minutos parecen eternos y otras veces vuelan?”
Cuanta verdad encontraría en aquellas palabras meses después, cuando las obligaciones invadieran mi ser. Descubrí que los días eran cada vez mas cortos, que el tiempo no alcanzaba, que los sábados parecían no existir y los domingos no terminaban jamás.
El tiempo... tan relativo... tan inmenso, infinito... y tan escaso a la vez... Cuantas veces hemos deseado poder comprar un poco? Hemos pretendido que los días se alarguen? O nos habremos preguntado: lo que hacemos es una perdida o una inversión del tiempo?
Manantial que fluye mas allá de lo que nuestros ojos pueden ver, invariable y eternamente. Es como un tren de alta velocidad, pasa tan rápido que no logramos detenernos en él, no podemos atesorarlo, se escapa por los agujeros de nuestros bolsillos. Lo que me lleva a pensar en que si el tiempo es dinero, el dinero será tiempo también?
Y ahora comprendo que el tiempo reside dentro nuestro, siendo parte de uno mismo; solo resta volver hacia aquel manantial que fluye mas allá de lo que nuestros ojos pueden ver, invariable y eternamente.

Creación en conjunto con Florchi