Eras un perro sin un ojo, yo un ojo sin perro. Vos perro ladrando al destino por la brutalidad y el dolor de tu perdida, yo simplemente un objeto inanimado que no hacia mas que mirar. Ver para nadie, imagenes que no serian traducidas en ningun lenguaje.
Cuando los cuervos se avalanzaron sobre los despojos del campo de batalla donde nos habian separado, vos huiste. Te fuiste con tu dolor, tu furia, tu integridad. El ojo que era yo quedo ahi, su mirada clavada en el infinito, ausente del dolor, del miedo, de comprender lo que iba a pasar.
Seguiste siendo un perro sin un ojo, ya sin dolor ni enojo.
Yo me converti en menos que nada...
3 comentarios:
no se que decir, no esta bueno lo de ser un ojo clavado, pero si te inspira para esto es importante es aprendizaje es vivir.
"Siempre hay un ojo para un desojido".. (?)
SB: hay veces que hay que ser ojo para comprender lo que significa ser perro n.n
Morra: muy buena esa, aunque quizas este bueno de vez en cuando ser simplemente un ojo desperrado o un perro desojado.
De todas formas el "cuento" es una licencia poetica de un sueño.
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