Me sumerjo, los ojos cerrados. Mi ser se disuelve en el liquido elemento, ahi donde una vez fue todo, en el principio del misterio del nacimiento. El latir de mi corazon se acompasa con la marea, el flujo del tiempo se altera, como mi respiracion, se contiene. Retengo la paz, pero lentamente me invade la desesperacion. Demasiado grande para volver al utero materno. Presiento lejana la luz del sol y me aterro. Pierdo la calma prediciendo la agonia de los proximos momentos. el ardor de mis pulmones nubla cualquier otra sensacion. Forcejeo desde mi mente para no ceder a la locura.
No pasa mi vida delante de mis ojos sino más bien veo el cosmos y poco a poco todo se vuelve tan brillante, y en mi pecho el nucleo de este sol esta a punto de colapsar. Creo que estoy proximo a estallar. Mi mene se tiñe de rojo, los musculos se tensan, el instinto se come a la razon y enloquecido en un gesto desquiciado abro inutilmente las facues inundando mis pulmones con la fuente de vida. Al tiempo que mis brazos se extienden buscando huir ys acudo mis piernas sin control.el frio me golpea y la toz acompañada de los vomitos devuelven el agua a su origen. Aspiro bruscamente y por un instante el ardor vuelve a mi. Lentamente mi vision se aclara, mi cuerpo tirita, el latir de mi corazon llena la habitacion. Mi mente permanece aletargada, respirar me ocupa todo pensamiento.
Luego de un buen tiempo, me miro al espejo y murmuro: He vuelto a nacer.
Una vida, muchas vidas. Mucho más que simples palabras.
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