Normalmente me comporto como una fría calculadora de bolsillo (ni siquiera científica que gráfica, que seria más linda si se quiere) y dejo de lado mi costado de niño lleno de sueños y fantasías, algo así como el aviador en El principito. Pero pese a eso cada día ese niño, es príncipe existe en mi corazón, es invisible como todo lo esencial, pero tan tangible como mi alma lo es.
Hoy hice un comentario muy resentido respecto a una frase, hermosa por cierto, esta decía así: Lo cotidiano se vuelve mágico. Yo dije algo así como que había que disfrutar porque llega el momento en que lo mágico se transforma en cotidiano. Comentario con el cual sigo estando de acuerdo pero que quiero expandir un poco más para quitarle esa patina de resentimiento de quien soño y el sueño se incendio como el Hindenburg.
Yo creo en la magia, en la magia de las pequeñas cosas, en la música del agua de una fuente invisible en el medio del desierto, la magia de lo cotidiano, de despertarse para hacer siempre lo mismo pero junto a quien uno ama, de esperar, de pensar, de sorprenderse con la mas mínima de las cosas, de los mimos físicos y al alma. La magia de lo cotidiano que para mi es lo que hace desde hace muchos años que cada día merezca ser vivido, aun cuando haya días en que no pueda levantar mis propias mochilas de miedos y nostalgias o cuando haya días que quieran que llegasen ya y no se vayan nunca.
La magia existe, esta todo el tiempo entre nosotros, es una risa, una flor igual a cientos de ellas pero al mismo tiempo única, son los rituales, son los brownies con helado que saben mejor que cualquier otra cosa que haya comido en mi vida y es también el saber que hay miles de pequeñas cosas mágicas esperando a la vuelta de la esquina. Tan solo hace falta mirarlas con el corazón, pues solo con el se ve lo verdaderamente importante.
Una vida, muchas vidas. Mucho más que simples palabras.
7 comentarios:
De eso mismo se trataba! De poder dejar de ver tan de cerca, de sacarse la lupa.. de alejarse un poco y ver como "lo cotidiano se vuelve mágico".. A veces al tener siempre las mismas cosas uno pierde esa inocencia, pero existen algunos días en q podemos alejarnos tan solo un poco, y disfrutar de la magia de un cafe con él, o con ella... de la gente en la calle que nos sonríe, de las buenas personas, de los buenos gestos. De que se largo a llover y justo tenias el paraguas en la cartera.. jaja ya me fui para cualquier lado, pero era eso... Y cuando lo magico se vuelve cotidiano, se llama rutina, la que todos odiamos... Que no venga nunca mas!!!
Perdon, vengo metiendo palabras donde no van y las borre jajaja
Que bueno cuando es el principito el que escribe, y no el adulto cienntífico, porque entonces te salen textos hermosos como este.
Coincido, como era de esperarse, con que cada momento puede ser mágico. Hasta el más rutinario como un viaje hacia el trabajo.
Y que no hay que esperar la magia, como un ente que va a llegar para alterarnos la vida. La magia es la vida en si misma, cada rayo de sol, cada palabra dicha con alegría, cada canción, cada latido.
Seguí disfrutando la magia, y viendo como ves.
Beso
El Castor :P
Morra: Exacto, viste que cuando quiero puedo entender? Esa es la magia que hace posible la felicidad.
Igual Let it Be!!!
Mirror: Igual al principito le tengo medio vedada la escritura porque sino se me pone muy cursi y tira abajo la onda del blog XD. De todas formas amo mi dualidad onda/particula no quisiera ser ni todo cientifico ni todo principito.
Hermosas y palabras, y muy verdaderas, sin mas!!
Un abrazo de oso!
me encantó eso de la dualidad onda/partícula.
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