Masters and servers

Ella salio del teatro tarde, estaba exausta pero exitada por el estreno proximo. Sabia que esa noche no iba a poder dormir, siempre le pasaba lo mismo. Emprendio camino por la avenida transportada por una brisa que aligeraba su andar. No tenia ojos para las vidrieras, la gente a su alrededor eran poco mas que fantasmas. En su mente repasaba una y otra vez las escenas, cada dialogo, silencio y movimiento.
Era una noche esplendida, el calor del dia habia sido relevado por una gentil tibiesa. Tenia la boca seca y se le antojaba una helada cerveza, pero rechazo la idea de detenerse, queria llegar a su casa, era imperante. Dado que algo dentro suyo se lo dictaba, una especie de mal presagio, una inquietud, un nudo en sus tripas. ella hacia caso a sus intuiciones y hasta el momento habia ido muy lejos. Pese a intentar mantener la mente distraida, no pudo olvidar las cartas que habia recibido dos dias atras en su departamento, esas en las que un admirador demasiado efusivo le describia sadicamente como deseaba poseerla.
Apresuro su andar, se le dificultaba recordar los dialogos entonces, su respiracion le costaba, era como si una espina le pinchara con cada inhalacion. Las ultimas cuadras las hizo en una semi carrera enseguecida, mirando hacia todos lados. Las manos le sudaban, su pecho estaba agitado aun cuando se detuvo frente a la puerta del edifcio y saco las llaves.
entocnes uns sombra oscurecio el cristal de la puerta, al tiempo que una mano se aferraba bruscamente de su brazo libre por encima del codo y algo punzante presionaba su cintura. Como una descarga electrica la adrenalina recorrio cada fibra de su cuerpo, la piel le ardia y un frio sudor estremecio su espinba dorsal, un grito se atoro en su garganta al tiempo que el la presiono contr asu cuerpo y le susurro.
-Perra, no grites-
Con difucltad abrio la puerta y el empujo hacia dentro tomando rumbo hacia el ascensor, arrastrandola del brazo y todavia con su navaja en su cadera. Al entrar bajo el interruptor de la luz y con la otra mano la forzo a ponerse contra el espejo de cuerpo entero que cubria una de las paredes del reticulo. Perezosamente copmenzo el ascenso, ella estaba en una especie de estado de shock, su cuerpo no le respondia, su cara pegada pegada al cristal empañado por su agitada respiracion solamente persivia una sombra oscura a sus espaldas que se le acercaba amenazadoramente. El avalanzo su cuerpo contra ella, aprisionandola haciendo que el calor de su cuerpo traspase su delgado vestido y el jadeo en su oido se apoderara de su mente.
-Te gusta, Putita- Le dijo mientras recorria sus curvas con el filo de su puñal y la otra mano levantaba su vestido. De un rapido tiron corto el elastico de su ropa interior, dejando al descubierto la humedad de su ser. Su piel fue testigo de la calentura de su acosador, el con habilidad forcejeo entre sus nalgas con su miebro rigido y ardiente como un metal al rojo hasta llegar a la boca de su caverna. Ella iontento negarse cerrando sus piernas y apretandose aun mas al helado espejo. Pero el ya habia ganado la posicion quer deseaba y ahora disfrutaba de su presion.
Con los dientes desato las tiras del vestido, haciendo que este se deslizarra hasta quedar atascado en su cintura. Luego ayudandose con su cuchilla desprendio el sosten liberando sus agitados pechos. Entonces comenzo a bombearla, ganandoa cada segundo terreno en eel interior de su cavidad, al tiempo que lenta y cuidadosamente deslizaba la afilada hoja de lado hacia el monte venus de su victima.
Sucedio entonces todo al unisono, el frio del puñal sobre su hinchado clitori, sus piernas aflojando su clausura y el intruso penetrando dentro suyo con violencia. Dos embestidas furiosas y salvajes bastaron para que el climax sobreviniera. La oleada de placer la invadio haciendole flaquear las piernas, arquear la espalda y reprimir un intenso gemido. El lo percibio tambien y en una estocada final, profunda y certera alcanzo su culminacion, vaciandose entre espamos y gorjeos en la profundidad de su victima.
Ambos ya sin fuerzas se dejaron caer derrapando por el cristal, el ascensor entonces se detuvo del golpe en el penthouse y como pudieron se arrastraron dentro de su departamento, para reponer energias para continuar con el resto de la noche.