En tu mirada veia fuego
en tus palabras alimento.
Tu boca era el santo sacramento
y tu cuerpo mi elemento.
Me perdi en una de tus risas,
ya nada fue real alrededor.
Las luces asemejaron estrellas
el techo cubriose de nubes.
tu lecho, mecido por el viento, fue pasto sereno.
Vos eras mi cordero, yo tu pastor.
Asi te lleve donde las aguas son mi veneno,
bebimos y era dulce como el nectar de los eternos.
En tus labios respire mi ultimo aliento
en tu pecho busque reposar
ya no eras tu mi cordero, ya no fuimos nada más.
Desperte ausente para tus lamentos
aunque nunca quise despertar.
Supe siempre donde terminarian todos los hechos
quise sin embargo dejarme llevar.
Yo no me atormento, simplemente anhelo
Ya no seras mi cordero, ya no seras nada más.
2 comentarios:
solo pasaba a saludar y arecordarle que no lo hemos olvidado.
odio la rima consonante.
adoro al negro oro.
que sorpresataaaa....se lo extraña don Jean françoise, cuando nos visitara para llevarnos en caravana itinerante hacia los rios del sur, donde encontraremos el sentido de la vida y la paz de nuestros espiritus???
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