La fauna detras de la ventana (el ritual)

El viernes fue uno de esos dias en que emprendo rumbo hacia lo desconocido sin saber donde acabaran mis piernas. Juego a que la soledad me sienta bien y arranco la noche con las alas desplegadas, dejandome llevar por la brisa costera. Afortunadamente, siempre hay un lugar donde caer y ver caras conocidas, y siempre hay un mail que rescata la soledad y te avisa que a la vuelta de la esquina estan tus amigos del alma esperandote...
Y asi arribe a un antro nocturno, acompañado de mi mismo, mis bartulos y mis ganas de que esta no sea una noche màs. De encontrar el camino hacia el bar de los rufianes melancolicos o terminar abrazado a un amigo diciendo el consabido: "shabes que te quiero...". Bellagamba no me gusta mucho, porque siempre hay que estar parado y no hay espacio ni para pensar, sin embargo la situacion se remonto, gracias a las gratas compañias que el destino supo meter como combo entre cervezas y manises (si manises, nada de manìes, ni manìs, ni manì) Pero bueno, volviendo al relato. Ya en el sucucho, y con la reglamentaria medida de bebida justa en el organismo, como para que a uno se le vayan las ganas de caminar hasta san telmo o acabar comentando anecdotas de la infancia en la casa màs cercana, nos empeñamos en la dificil tarea de hacer matanga con alguna sillita o, ya con mucha suerte, una mesita donde reposar nuestras historias. Y asi se dio, pues cuando uno espera, siempre hay alguien que se cae de sueño y arrebata lo primero que ve, y tal es el caso de uno de los nuestros, que acabo por sentarse y entre dormitadas entrometerse en la charla de tres muchachas que estaban al ladito. Pero el pibe tiene empeño y luego de un par de rounds de cabezear la mesa y con ceniceros y vasitos haciendo equilibrio en su corona de por medio, termino imponiendo presencia y armando un fogon alrededor del cual, como gran amante de los fogones, me prendi. Y asi conocimos a Pela, Gisela y elena?, que estudiaban farmacia juntas y trabajaban en farmacity, aunque con el correr de las horas y la confianza? terminaron convirtiendose en Analia, Pia y Sabrina. Las cuales a modo de agradecimiento por la onda, retrato a mano alzada sobre el pie de pagina.

La noche continuo, entre risas, palabras y mensajes inconclusos en mi "blog portatil" pero esa ya es otra historia que con màs tiempo relatare en la proxima oportunidad.


Y aqui arribita se me ve con don Fernando VanHuertowen, en el conocido Bellagamba. Juro que todas esas cervezas no eran solo nuestras, y que mis ojos chiquititos no dan cuenta de ningun consumo de estupefacientes. Justo abajo de estas lineas finales, estan las ya mencionadas, la de la derecha es la mitomana "Pela" que supuestamente toca el bajo en una banda reconocida XD, a su lado Sabrina, erxelente pianista de concierto y finalmente la guitarrista que suele trabajar con perfil bajo para tipos grosos como Spinetta, Paez y Pancho ibañez, Analia, quien me facilito las fotos y a la cual agradesco.